La popularidad de los sistemas integrados crece cada día.
Es muy común encontrar en el mercado productos que combinan tecnologías de videovigilancia con alarmas, o cámaras que cuentan peatones o vehículos, o también mecanismos que proveen audio de ambiente, pero que funcionan de igual manera para evacuar personas en situaciones de emergencia o catástrofe. La lista puede ser larga y es entonces cuando la suspicacia aparece entre los profesionales del sector.
Sobre este tema consultamos la opinión de representantes de algunos fabricantes; todos convergen en el criterio de que las integraciones son el resultado de las nuevas necesidades de los usuarios y que estas soluciones son ventajosas siempre que sean abiertas.
“La integración es un concepto creado para añadir valor al usuario final. Por ejemplo, si tenemos una puerta con control de acceso y esta tiene una integración con video, se va a obtener una información mucho más útil, porque hay una posibilidad de hacer un cruce de datos desde el momento en que la persona ingresa a un lugar. Así se obtienen datos que dan mucho más valor a los usuarios finales”, especifica Paulo Santos, Enterprise Solution Manager de Axis Communications.
“No es un concepto creado para amarrar (al cliente), siempre y cuando los sistemas sean abiertos, con los cuales se puede hacer integración entre distintos fabricantes”, completa Santos.
“Creo que no es cierto”, sentencia Juan Carlos George, gerente de ventas de Milestone Systems para Latinoamérica, al responder nuestra pregunta del título. “Si me dijeras que son soluciones cerradas –continúa-, sí podría ser posible (atar al comprador), ya que sería muy difícil o costoso cambiar después de tecnología. Al ser soluciones abiertas, la idea es que el integrador y el usuario final puedan decidir por dónde caminar y qué soluciones son las más requeridas. Algo que siempre comento es que es fácil saber qué necesitamos hoy, pero no lo que necesitaremos mañana y es en este punto donde contar con una plataforma que otorgue apertura a soluciones de terceros, da más ventajas sobre aquellas que no lo permiten”.
Para Luis Carlos Delcampo, gerente de Producto y Mercadeo de la línea de Control de Acceso de Tyco Security Products para Latinoamérica, “tiene más sentido pensar que aquellas plataformas que no se integran con otros fabricantes son las que realmente amarran a los usuarios finales a emplear solo un tipo de solución en sus instalaciones”. El directivo además comenta que las empresas que ofrecen este tipo de solución limitada son vistas “con mucho recelo” en los nuevos proyectos, mientras que en los otros ya existentes se estudia la manera de migrar a sistemas abiertos “con todos los beneficios que ello conlleva”.
El cliente pide integraciones
Miguel Baquero, director regional de Bosch Sistemas de Seguridad para la Zona Norte de Latinoamérica (Ecuador, Colombia, Venezuela y Centroamérica), debate el argumento de la integración ‘malintencionada’. Para él, el concepto de unir plataformas de fabricantes distintos no es una creación artificial: “Es una necesidad que surge desde el cliente mismo y está alineada con una tendencia que no es exclusiva del sector de la seguridad electrónica”.
Según el ejecutivo, el acelerado crecimiento del IoT (Internet de las Cosas en español) es una muestra de ese cambio en el consumidor de tecnología. “Es el mismo usuario que busca tener acceso en cualquier momento y lugar a toda clase de dispositivos y servicios: PC, electrodomésticos, sistemas de información, telemedicina, entretenimiento y ahora, también, seguridad”.
Actualización desde cero
José García, gerente de Marketing de Hikvision para Latinoamérica, disiente de la opinión de sus colegas. Según este directivo, “es cierto” que la integración de sistemas es un concepto creado por grandes marcas para atar a los clientes a sus plataformas y cerrarles así el paso a sus competidores. “Hay fabricantes que no ofrecen un SDK (Software Development Kit, por las siglas en inglés de kit de desarrollo de software) abierto para integrarse con otros sistemas, lo cual sí amarra fuertemente al cliente de por vida de una forma un tanto peligrosa, pues la tecnología avanza constantemente y eso hay que tenerlo en cuenta, considerando que los proyectos serán actualizados tarde o temprano”.
García sustenta su parecer con casos de proyectos que tuvieron que ser “actualizados desde cero”, debido a que la marca con la que trabajaron inicialmente “o dejó de dar soporte en la integración con terceros, o bien simplemente quedó con una tecnología desfasada, lo cual incrementó el costo del proyecto considerablemente”.
Fuente: www.tecnoseguro.com